¿Cómo funciona la Radiofrecuencia?
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La radiofrecuencia o diatermia para uso estético y/o médico estético se ha convertido en una herramienta prácticamente fundamental
para tratar diferentes problemáticas estéticas como son la flaccidez corporal y facial, y las arrugas. Siendo precisamente estos problemas
los que más demanda de soluciones tienen en los centros de estética y centros médico-estéticos.
Si bien es verdad que para obtener unos resultados completos y eficaces, la aparatología de radiofrecuencia o diatermia deberá estar complementado con principios activos cosméticos y cosmecéuticos, tanto en los protocolos de cabina como en los cuidados diarios en casa, siendo especialmente indicados los principios activos biotecnológicos, ya que estos tienen un alto grado de penetración y actuación en todas las capas de la piel (epidermis, dermis e hipodermis). Pero en definitiva ¿en qué consiste la radiofrecuencia? ¿y cómo incide en la piel?. La radiofrecuencia es una corriente de Alta Frecuencia (superior a 1 MHz) con baja tensión pero elevada intensidad. Su efecto principal es originar un incremento de temperatura en la dermis. En concreto buscamos alcanzar temperaturas entre 40ºC y 45ºC, pero nunca superar los 50ºC ya que se necrosaría la piel. Entre el rango de temperaturas que van de 40ºC a 45ºC provocamos en la dermis que se generen las “Heat Shock Proteins”. Dichas proteínas compactan inmediatamente las fibras de colágenos y elastina, por lo que provocan un efecto “lifting” inmediato en la piel. Pero sobre todo, estas “Heat Shock Proteins” reactivan y estimulan a los fibroblastos, los cuales se encuentran en el tejido conjuntivo o conectivo, por lo que incrementamos notablemente la producción de colágenos y elastina en la piel. Todo ello se traduce en una reestructuración de la dermis, dotándola de mayor elasticidad y firmeza. Por lo que conseguimos corregir tanto la flaccidez como atenuar las arrugas. |
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Si queremos unos resultado óptimos en los tratamientos con radiofrecuencia, debemos complementarlo con sustancias activas tanto en la
misma sesión de tratamiento, como luego en el cuidado diario en casa. En el caso de la sesión de tratamiento, si queremos utilizar la
radiofrecuencia después de aplicar las sustancias activas, estas deben estar preparadas para aguantar sin descomponerse los 40-45ºC, en este
caso recomendamos el uso de los concentrados biotecnológicos cosmecéuticos de Clinical Care by Klapp. Sino deberán usarse después de la
aplicación de la radiofrecuencia.
También debemos tener en cuenta que debemos proteger la epidermis de la alta temperatura según aplicamos la radiofrecuencia, para ello usaremos geles adecuados como el gel Glycerine Gel by Klapp, o cremas muy lipídicas como la Radiofrecuency Cream by Klapp. Podemos encontrarnos con dos tipos de radiofrecuencias:
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Dentro de la gama de Radiofrecuencias de Overline podremos encontrar radiofrecuencias con cabezales bipolares o multipolares para
trabajar el rostro o el cuerpo, admitiendo combinación de luz led.
Así estás maquinas pueden adecuarse a las necesidades específicas del centro sin un alto coste económico.
Pese a que la utilización de la radiofrecuencia para uso estético no es muy complicado, siempre es aconsejado que el personal profesional de estética tenga una formación tanto a nivel teórico como práctico, de este o de cualquier otro sistema de aparatología estética y/o medico estética, para una mayor eficacia de resultados en los tratamientos. Por ello, en Cosbell programamos de forma periódica en nuestra Escuela de Perfeccionamiento en Estética Cursos Intensivos de Aparatología Estética. Con clases con plazas limitadas para una mayor personalización y aprovechamiento de la formación. |
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